Quién te ha visto y quién te ve, Santiago Rey

Me gustan las curiosidades, por eso me encanta Internet, por eso me encantan las hemerotecas. Y, huy, cuando combinamos ambas cosas el resultado puede ser muy divertido. Fíjense en este dossier de prensa con el que me tropecé el otro día y admírense de uno de los mayores giros en la línea editorial de un periódico que he visto en mi vida.

Lo que en 1999, 2002 o 2005 era un gran proyecto ("la catedral gallega del tercer milenio", llegan a llamarla), se convirtió de pronto en un monstruo-mausoleo para La Voz de Galicia. Habría que preguntarse el porqué de este cambio, pero sabiendo como se mueve el cotarro en los medios gallegos, es fácil adivinar que la señora Bugallo no debe estar untando lo suficiente al señor Santiago Rey, al menos no igual que lo hacía el señor Pérez Varela. Esmérese señora Bugallo, ¿o es que ahora que se ha ido Antonio Losada no saben hacer este tipo de cosas?

No estoy diciendo nada nuevo, pero el tema tiene todavía más intríngulis. Fíjense en esta noticia de agosto de 1999: un tal M. Cheda escribe un panegírico del proyecto. Ocho años después, otro tal M. Cheda firma esta otra noticia sacando las facturitas que se mueven en la Ciudad de la Cultura. Ay, que dura es la vida del periodista, un día diciendo A y al siguiente afirmando rotundamente que B. Espero que, al menos, esté bien pagado.

Para ejemplo, una perlita que escribía el M. Cheda del 99 en el primer párrafo: "Nunca una iniciativa institucional contó con mayor apoyo entre los diferentes sectores sociales". ¿No dirán que no es divertido?